Continuamente vemos en los medios de comunicación casos de violencia de género y no uno sino varios. estamos en el siglo XXI y aún no hemos encontrado una solución eficaz que pueda ayudar a las personas que lo sufren.
Hace unos meses hubo un caso en el que se veían las imágenes de un hombre esperando a su novia en el portal de la vivienda de esta, gracias a las cámaras de seguridad que grabaron los hechos se pudo ver como fue la agresión a la victima. Como consecuencia el individuo fue acusado a dos años de cárcel, pocos, para el delito cometido. De nuevo apareció la misma noticia en la televisión en la que se le reduce a 9 meses la sentencia al agresor.
Sabemos que son muchos los casos que ocurren como este, en los que se le premia al agresor con una reducción de condena infravalorando los daños ocasionados a la víctima. Juzgando los daños físicos que el tiempo logra curar y olvidando la cicatrices internas imposibles de sanar. Cicatrices que cambian completamente la vida de una persona y su entorno familiar.
A veces me pregunto si para movilizarnos tenemos que esperar a que alguien muera. Es triste ver como nos manifestamos ante cualquier evento de menor importancia y ante uno de estas dimensiones nos quedamos paralizados. Nunca una condena al agresor será equivalente a la agresión sufrida por una víctima.
Todos somos personas y todos nos merecemos vivir nuestra vida, cada una de ellas es dueña de sí misma y nadie le tiene que dar ordenes, ni insultarla, ni infravalorarla... el mundo no necesita hombres ni mujeres que maltraten a personas indefensas y buenas. Tenemos que hacer algo, no basta con ver las noticias todos los días y que cada año existan mas casos, luchemos por nuestros derechos y por la libertad de todas esas personas que están sufriendo y que no son capaces de pedir ayuda por miedo, ayudémoslas a salir de ese agujero negro en el que viven.
Mi opinión es que la educación es una parte importantísima para formarnos con la autoestima suficiente para saber decir NO a cualquier actitud que atente a nuestra dignidad como personas.
Todos somos personas y todos nos merecemos vivir nuestra vida, cada una de ellas es dueña de sí misma y nadie le tiene que dar ordenes, ni insultarla, ni infravalorarla... el mundo no necesita hombres ni mujeres que maltraten a personas indefensas y buenas. Tenemos que hacer algo, no basta con ver las noticias todos los días y que cada año existan mas casos, luchemos por nuestros derechos y por la libertad de todas esas personas que están sufriendo y que no son capaces de pedir ayuda por miedo, ayudémoslas a salir de ese agujero negro en el que viven.
Mi opinión es que la educación es una parte importantísima para formarnos con la autoestima suficiente para saber decir NO a cualquier actitud que atente a nuestra dignidad como personas.
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