Como cada año se acerca una de las estaciones más bonitas del año, la
primavera, ¡ay la primavera! como nos gusta a todos, empieza el calor y la
autoestima se nos sube a las nubes, alegría y ganas por aprovechar cada día,
cada momento. Guardas los abrigos y empiezas a sacar la ropita fresquita aunque
a veces nos juegue una mala pasada, las calles llenas de gente y las terrazas
de los bares completas, ¡qué alegría!, así da gusto salir.
Lo mejor de esta fecha es que
empiezas a planear las vacaciones para verano, el viaje que vas a hacer con tus
amigos/as o tu pareja, el festival al que te quieres ir, buscando trabajo para
ganar un dinerito e incluso ir a visitar a tu familia que vive lejos de ti,
¡queremos hacer tantas cosas! y lo bueno de todo es que tenemos la
oportunidad de hacerlo, ¿por qué no?.
Caminar por la calle y ver jardines llenos de flores, las
tardes son mas largas y puedes salir a correr, quedar con tus amigos para tomar
algo y aprovechar al máximo de cada día. Lo que más deseamos es que llegue el
fin de semana para hacer millones de cosas, empieza lo mejor, San José con
acampada en el campo con tus amigos, San Isidro que en mi pueblo se celebra
como en la feria de Sevilla pero en versión pequeña, ya que se ponen casetas y
la gente se viste de rociera y junto con el camino hacen de Mayo un mes
especial, y así podría pasarme horas y horas escribiendo que es lo que trae
consigo la primavera.
Aunque no todo es alegría, también podemos sacar aspectos
malos, los exámenes que tenemos los estudiantes, no aprovechamos todo lo bueno que nos trae esta estación.
Nunca podré describir esa sensación que queda en mi una
tarde de domingo,cuando el sol acaece y un leve aire empieza a mover.
Hay en mi siempre una cierta debilidad hacia
la primavera que me acompaña todos los días, a todas horas y que me
recuerda que el invierno paso, que las flores están creciendo, y que es hora de
salir a la calle, vivir, soñar.
Es tiempo de cumplir tus metas, sales y da igual el día,
nada puede salir mal.
Recuerdo ese dolor de pies tras una
noche al no poder parar de bailar y como a mi garganta le costaba articular la
voz.
Recuerdo las risas, esas enormes
carcajadas en unas tardes que no acababan.
Tengo los
mejores recuerdos de la primavera y cada año me esfuerzo por hacer de ellos los
mejores o simplemente sucede, pasa y al recordar no puedo evitar sonreír.
Me quedo con la
primavera, con la de toda la vida, con la que desde que era chico me alertaba
no sólo de la salida del invierno sino de la llegada del mejor tiempo, cuando
los abrigos desaparecen y también las bufandas. Me quedo con
ella y con cada uno de sus días, porque el que llega siempre es mejor que el
anterior y nunca dejará de sorprenderme, de darme esas enormes ganas de comerme
el mundo y ser siempre quién soy.

Hola Marina, no he podido resistirme a comentarte esta publicación, a mi al igual que a ti me encanta la primavera y lo que esta trae consigo, por las fiestas que se celebran en nuestros pueblos por el buen tiempo, por esas tardes de sol, a mi también me chifla esta estación.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu entrada y por haberte expresado tan bien
Hola Lorena.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, este mayo es algo diferente debido a lo que se viene encima, pero espero que lo lleves lo mejor posible, que ya disfrutaremos del verano.
Un saludo.