Hoy, 27 de Septiembre de 1993, mientras caminaba hacia el supermercado agitada, sofocada, pues eran las nueve menos cinco, y no sabía muy bien si iban a dejarme entrar. ¡Mierda!, el reloj de la Iglesia daba la primera campanada de las 9, y no podía correr más deprisa y angustiada, y cuando lo tenía tan cerca, a 1 metro de mí, de nada me sirvió, termine estancada en el charco más grande de aquella avenida, por inquieta, por terca, por descuidada, ¿Dónde habría puesto la maldita lista de la compra?, que tanto tiempo me había hecho perder antes de salir de casa.
La verdad es que llevaba unos días desorientada, desde que deje de trabajar el pasado Mayo porque no aguantaba la presión, los días podían conmigo, y mi jefe me aconsejó que descansara un tiempo.
Hoy, es 23 de Abril de 1994, me he levantado, y cuando me dirigía al cuarto de baño, una extraña sensación ha recorrido mi cuerpo. No sé por qué, pero me he sentido rara. A lo mejor es porque no descansó bien ya que la calle vecina está en obras y estoy inquieta a todas horas. Mientras preparaba el desayuno, leía el periódico y escuchaba la radio, fuerte, creo que me estoy quedando sin oído, del maldito ruido que hace el martillo vibrador contra la acera de la calle. He subido el volumen, dicen que estamos a 23 de Abril, y a pesar de ser primavera, puede que sea el día más lluvioso y húmedo que se aproxime de todo el año. Qué curioso, 23 de Abril.
Antes de dirigirme a la ducha como cada día, me he acercado al teléfono a escuchar los mensajes, seguro que ha sonado, y con el maldito ruido de las obras, no lo he escuchado.
(Tiene un mensaje nuevo)
"¡Hola mamá, supongo que te pillo en mal momento, así que llamaré luego. Sé que este día tiene que estar siendo difícil para ti con la falta de papá, pero tú eres fuerte, así que nada te impida sonreír, FELIZ CUMPLEAÑOS!". El teléfono callo de mis manos, 23 de Abril.
Hoy es, 21 de Febrero de 1995. Acabo de coger fuerzas para levantarme de la cama, no entiendo que me está pasando, me pesan los pies, no dejo de observar cada una de las fotos a mi pasó, y mi mirada queda fija en una, ¿Quién es esa mujer tan bella?, sigo caminando. He llegado al cuarto de baño, me plantó frente al espejo... ya no tengo esa sonrisa tan pura de juventud, mi rostro ahora se presenta un tanto arrugado, se ha escapado una lagrima. ¡Que melena tenía, radiante, oscura!, ahora el pelo no sobrepasa mis hombros. Mis ojos, parecen llevar llorando 100 años. ¿Qué me está pasando?, lo peor de todo esto es que no puedo ayudarme pero si puedo olvidarme. Olvidar todo lo bonito de mi vida, el sabor del primer beso, las palabras de mi padre cuando cumplí 18 años, los primeros pasos de mis hijos, las risas con mis amigas, los primeros pasos en bicicleta, la sonrisa de mi madre cuando le dije que iba a ser abuela, ¿Cómo puede irse lo mejor de la vida, en un simple suspiro?.
Hoy es 6 de Diciembre de 1995, no siento dolor, tampoco pena, ni si quiera rabia. Sé que la enfermedad va a vencerme, que va a llevarme con ella. Pero lo que ella no sabe es que me llevo la última mejor sensación, la sonrisa de los que me han querido hasta el último momento y que ya estoy soñando sonriendo con ellos. Lo que ella no sabe, es que tengo una familia, que me protegerá y hará de mis días únicos, porque mi mente borrará los recuerdos, pero mi corazón nunca los olvidará.
La verdad es que llevaba unos días desorientada, desde que deje de trabajar el pasado Mayo porque no aguantaba la presión, los días podían conmigo, y mi jefe me aconsejó que descansara un tiempo.
Hoy, es 23 de Abril de 1994, me he levantado, y cuando me dirigía al cuarto de baño, una extraña sensación ha recorrido mi cuerpo. No sé por qué, pero me he sentido rara. A lo mejor es porque no descansó bien ya que la calle vecina está en obras y estoy inquieta a todas horas. Mientras preparaba el desayuno, leía el periódico y escuchaba la radio, fuerte, creo que me estoy quedando sin oído, del maldito ruido que hace el martillo vibrador contra la acera de la calle. He subido el volumen, dicen que estamos a 23 de Abril, y a pesar de ser primavera, puede que sea el día más lluvioso y húmedo que se aproxime de todo el año. Qué curioso, 23 de Abril.
Antes de dirigirme a la ducha como cada día, me he acercado al teléfono a escuchar los mensajes, seguro que ha sonado, y con el maldito ruido de las obras, no lo he escuchado.
(Tiene un mensaje nuevo)
"¡Hola mamá, supongo que te pillo en mal momento, así que llamaré luego. Sé que este día tiene que estar siendo difícil para ti con la falta de papá, pero tú eres fuerte, así que nada te impida sonreír, FELIZ CUMPLEAÑOS!". El teléfono callo de mis manos, 23 de Abril.
Hoy es, 21 de Febrero de 1995. Acabo de coger fuerzas para levantarme de la cama, no entiendo que me está pasando, me pesan los pies, no dejo de observar cada una de las fotos a mi pasó, y mi mirada queda fija en una, ¿Quién es esa mujer tan bella?, sigo caminando. He llegado al cuarto de baño, me plantó frente al espejo... ya no tengo esa sonrisa tan pura de juventud, mi rostro ahora se presenta un tanto arrugado, se ha escapado una lagrima. ¡Que melena tenía, radiante, oscura!, ahora el pelo no sobrepasa mis hombros. Mis ojos, parecen llevar llorando 100 años. ¿Qué me está pasando?, lo peor de todo esto es que no puedo ayudarme pero si puedo olvidarme. Olvidar todo lo bonito de mi vida, el sabor del primer beso, las palabras de mi padre cuando cumplí 18 años, los primeros pasos de mis hijos, las risas con mis amigas, los primeros pasos en bicicleta, la sonrisa de mi madre cuando le dije que iba a ser abuela, ¿Cómo puede irse lo mejor de la vida, en un simple suspiro?.
Hoy es 6 de Diciembre de 1995, no siento dolor, tampoco pena, ni si quiera rabia. Sé que la enfermedad va a vencerme, que va a llevarme con ella. Pero lo que ella no sabe es que me llevo la última mejor sensación, la sonrisa de los que me han querido hasta el último momento y que ya estoy soñando sonriendo con ellos. Lo que ella no sabe, es que tengo una familia, que me protegerá y hará de mis días únicos, porque mi mente borrará los recuerdos, pero mi corazón nunca los olvidará.
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