En nuestro País cada vez hay menos puestos de trabajo, según las fuentes de información, esto conlleva a echar el curriculum en miles de sitios. Sitios que no tienen nada que ver con nuestra formación. Pero ¿y si nos contrataran en alguno de esos puestos de trabajos?, ¿estaríamos motivados?, la mayoría de los ciudadanos no están contentos con la labor que hacen, debido a que se tiran muchos años formándose para realizar el trabajo que han elegido sin tener oportunidad de llegar a el. Por ejemplo, en el sector de cara al público, existen personas que su única motivación es el dinero, dando una mala contestación a la gente que requiere de su ayuda cuando van a dicho establecimiento. Existe un programa que se llama el jefe infiltrado, el cual trata, de que la persona con una carga de autoridad en una empresa, se hace pasar por un empleado durante unos días y tiene que realizar diferentes tareas en los sectores de esa empresa. Algunos de sus empleados lo acogen con dulzura, pero otros en ocasiones se enfurecen debido a que puede entorpecerle al no saber realizar correctamente esa actividad. Cuando dichos empleados se enteran de toda la verdad, se reúnen con el jefe infiltrado y este le da una charla de las cosas que han hecho mal y bien, llegando al despido o a la gratificación. Los empleados que más enfurecidos han estado, hablan del estrés que sufren en sus puestos de trabajos, de las pocas horas libres que tienen para estar con su familia y amigos, y del salario reducido que obtienen.
De pequeños siempre tenemos sueños grandes, ¿los llegamos a cumplir?, ¿o es la sociedad en general la que no nos deja hacerlos realidad?.
Tenemos que luchar, luchar por nuestros derechos, por levantarnos cada mañana felices y motivados, para ir a trabajar, para ir a estudiar, hagamos que todos los trabajos tengan su parte buena, porque ¿Quién sabe? quizás empezando desde algo pequeño, hagamos grandes cosas.
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